lunes, 17 de noviembre de 2008

INTRODUCCION A LA INDUSTRIA HOTELERA

INTRODUCCIÓN


La Industria Hotelera nace en el Siglo XIX y es de gran interés y resulta fascinante. En la antigüedad no había alojamientos abiertos al público en sentido moderno para ofrecer acomodación a los viajeros a cambio de un precio estipulado, mientras que a los extranjeros se les ofrecía hospitalidad de un modo generalizado por ser una obligación social. Muchos ricos de la Antigüedad competían entre sí ofreciendo libre hospitalidad a los extranjeros. En Grecia, entre el año 1000 y el 500 a. de C. se hicieron acuerdos entre estados para realizar intercambios comerciales en los que se contempló la apertura de alojamientos libres para los comerciantes. Algunos de estos antiguos estados griegos construyeron hospederías estatales en los que los peregrinos comían y se alojaban libremente.

En los primeros tiempos del Imperio Romano las posadas se construían y gestionaban a expensas del Estado y se destinaban a las necesidades del los funcionarios estatales y de los embajadores de los países extranjeros. Es evidente que debió contemplarse la necesidad de atender el alojamiento y la protección de aquellos auténticos ejércitos de mercaderes con sus animales de carga y sus costosas mercancías, y por eso encontramos a lo largo de las antiguas rutas comerciales cómo surgían los refugios, amplias plazas de edificios que parecían fuertes desde lejos.

Inevitablemente con la mejora generalizada de las condiciones económicas y con la expansión del comercio, la hospitalidad privada y la hostelería pública se demostró que eran inadecuadas. Los alojamientos públicos comenzaron a aparecer durante el Imperio Romano, localizándose a lo largo de las rutas comerciales y de las principales vías públicas. La mayor parte de estos alojamientos eran de tercera clase puesto que en ellos se atendían solo a las clases más pobres. Los alojamientos no eran a menudo más que prostíbulos.

Con la decadencia y caída del Imperio Romano y con la consiguiente disminución del comercio, la demanda de alojamientos también disminuyó. Fue entonces cuando la hospitalidad privada volvió a imponerse, pero ahora lo hizo con un carácter diferente. Se basó en la ética cristiana y se centró en las instituciones monásticas, que llegaron a convertirse en la columna vertebral de la civilización, el comercio y la industria.

Las Cruzadas dieron un fuerte impulso al comercio, y la decadencia de las instituciones religiosas estimuló la aparición de establecimientos que daban servicio de alojamiento mediante el pago de un precio. Con el crecimiento de las ciudades y con el desarrollo de centros comerciales, culturales y religiosos se asiste a la apertura generalizada de alojamientos. Ya en el siglo XV las posadas eran un sector bien diferenciado de los establecimientos mercantiles y a finales del siglo XVIII, ya había posadas en todas las ciudades, pero tenían un nivel de calidad muy bajo.

Gracias a las mejoras de los medios de transporte y de comunicaciones y al aumento de los viajes, las viejas posadas, las que existieron entre los siglos XIV y XVIII, se transformaron en establecimientos nuevos, es decir, en los hoteles de los siglos XIX y XX . Mientras hoy un hotel europeo de 500 habitaciones se considera grande, el tamaño medio ha venido aumentando continuamente hasta conseguir que un hotel de 1.000 habitaciones o más no resulte inusual. La industria hotelera es hoy una de las industrias del billón de dólares y en muchos países europeos ocupa ya el primer puesto de la industria nacional como, por ejemplo, en Austria, Francia, Italia y Suiza, sin embargo la situación de estos países es insatisfactoria como consecuencia de la no deseada aparición de nuevos países competidores en turismo; las condiciones derivadas de la crisis de 1929 han hecho aun más difícil la situación.

Por décadas la hotelería fue constante en su operación desde la manera de ofrecer sus servicios hasta la forma de suplir las necesidades de los huéspedes, pero sin lugar a duda el cambio de las nuevas tecnologías y la globalización han venido modificando las operaciones de la hotelería, buscando una mayor calidad en sus servicios e incrementando su grado de exigencia. En la actualidad el ligero cambio que se atraviesa no da cabida a la improvisación, por lo tanto la hotelería es una de las Industrias donde más se requiere de capacitación profesional.

Cabe recordar que la cantidad y la calidad de un Alojamiento Hotelero viene determinado por su demanda, esta actividad se diferencia de la mayoría de las actividades productivas tanto en su oferta como el hecho de ser un servicio que ha de ser consumido en un lugar específico de producción. Un Hotel no debe acosar a sus consumidores o a sus huéspedes, al contrario debe esperarlos, cosa que otras industrias no hacen. Este es uno de los problemas que radica en la Hotelería su invalidez de ajustar su capacidad de Alojamiento a las variaciones de la demanda.

Sin lugar a duda los Hoteles son la Constitución principal de la Industria Turística de un lugar. Sin la existencia de su forma de calidad y servicio no seria posible el desarrollo de estas dos actividades, lo que significa que la incesante actividad turística precisa de una amplia gama de alojamiento.

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